VIVENCIAS Y RECUERDOS

He leido las vivencias de muchos venezolanos al tener que dejar su hogar, con muchos coincido en la tristeza que acompaña a una soledad que traspasa el alma y que aunque estés acompañado y sonrías, sabiendo que la actitud cuenta  y que pa`lante es pà allá,  queda en ti una gran melancolía, con la que luchas a diario a veces para sacarla del camino y otras muchas para dejarla allí y hacerlas florecer cuando le apetezca.

Poco conocía del significado de la palabra inmigrante, nunca me preocupé ni ocupe en leer al respecto, menos en revisar estadística de inmigración a nivel mundial, era un tema de poco interés, sólo sabia que muchos colombianos, jamaicanos, haitianos, italianos, españoles y sobre todo portugueses, por eso del rico pan, y muchos otros, habían dejado su hogar para comenzar una nueva vida en otras tierras, en este caso mi país, Venezuela.

Dejar mi tierra, sus costumbres, tradiciones, sabores, olores, paisajes, su gente y sobre todo mi familia, era algo impensable. Mi mundo, ese mismo donde nací y me formé, me lleva a recordar los momentos vividos, buenos y no tan buenos; con ellos sigo adelante, con ánimo y tazón, luchando cómo lo he hecho siempre, con la diferencia que ahora mismo la vida tiene otro camino señalado para mi.

Dicen que tu hogar está donde está tu corazón,  yo digo que mi hogar esta con los míos, no importa la distancia no importan las fronteras, porque cuando se ama, los recuerdos florecen y se quedan en tu mente y corazón como un regalo de esos que abres y lloras, de los que te hacen reir de los que hacen que la vida sea tu mundo de felicidad plena.

En mi corazón no hay limites ni existe la distancia para sentir la presencia ausente de los que forman parte de mi vida.